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“¡Cuidado! Hay Moros en la Costa” -Parte II

August 22, 2017 — by Celsa Rocha0

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“¡Cuidado! Hay Moros en la Costa” -Parte II

August 22, 2017 — by Celsa Rocha0

Los gauchos, sertaos, huasos, llaneros, chagras, sabaneros, qorilazos y charros

Es un grupo de caballos salvajes corriendo por el camino al pie de una montana

La expansión Morisca

Comencemos con una de las decisiones más controversiales en la historia Española, la expulsión de los 300.000 moriscos por parte de Felipe III. Ellos eran musulmanes convertidos al cristianismo en el tiempo de la Reconquista; se refugiaron en el Norte de África, pero otros aparecieron en las fronteras del Río de la Plata, dejando atrás aquella etapa a fin de emprender una nueva vida.

AMÉRICA PRIMITIVA

Si nos referimos a los moriscos en relación con el descubrimiento de América por parte de los europeos, se dice que ellos llegaron antes, después y –en particular– durante el tiempo de la Reconquista.

Para el año 1507, por primera vez en el “Nuevo Mundo” se usa el nombre de “América”, en honor al explorador italiano Américo Vespucio.

América llegó a ser el enfoque principal para Europa. Llegaron los conquistadores para quedarse, trayendo su religión, idioma y cultura. Otros, vinieron en busca de tesoros y posibles riquezas ¿recuerdas la historia de los piratas?. Muchos de los musulmanes que habían llegado a las “Américas”, lo hicieron en pos de oportunidades y –claro– para seguir expandiendo el Islam.

Es un hombre pirata que se acaba de bajar del barco

Pero, otras razas, llegaron con la pureza del Evangelio, predicando al Cristo resucitado como el único Salvador y Señor de nuestras almas.

Se dice que entre los años 1850 y 1860, una gran ola de musulmanes libaneses, sirios y palestinos, llegó a Brasil, Chile, Argentina, Paraguay, Colombia y Venezuela. Las concentraciones más grandes están en Brasil, con más de un millón y medio de musulmanes; y, el estimado en Argentina es de tres cuartos de millón (en las provincias de La Rioja, Mendoza, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán y en el Rio de la Plata).

La influencia árabe y morisca se comprueba en los gauchos de las “pampas” argentinas y brasileñas, asimismo en el atuendo y vestimenta del huaso chileno.

Es una manada de caballos comiendo un rico pasto verde

Otro movimiento de los nuevos habitantes en América lo protagonizaron las naves portuguesas, españolas e inglesas, cuando llegaron a la costa Atlántica en los “barcos piratas” y comenzaron a comercializar caballos, cueros y una gran variedad de mercancías, mientras clandestinamente traficaban seres humanos, trayendo en sus navíos muchos negros africanos, moriscos y judíos.

Es un collage de una barco un mapa y el cuarto de la cocina

Éstos aprovechaban los viajes para negociar el tráfico humano, cobrando fuertes sumas de dinero a los moriscos y judíos para desembarcarlos en América. Durante esa época, a los moriscos se les decía: “Maturrangos” y, a los judíos, “Matuchos”.

A quienes trafican con seres humanos, aquí en EE.UU., se les llama “coyotes”; ellos cobran sustanciosas sumas de dinero a individuos que quieren llegar a trabajar ilegalmente en este país. Personalmente, creo que varios de los métodos de tráfico humano alrededor del mundo no han cambiado mucho. Este tema es tan antiguo, que la misma Biblia narra un informe del caso de José, el hijo de Jacob, cuando fue vendido por sus hermanos a los traficantes de esclavos.

A la capital mexicana también llegaron los musulmanes del Líbano, Siria y Turquía (hoy en día, existe el Centro Cultural Islámico de México). En 1994, en la ciudad de Chiapas, los musulmanes llevaron el Islam a los indígenas, en San Cristóbal de las Casas.

El hispano-musulmán puede variar en origen, color de piel, ojos y aun el cabello. Actualmente, los inmigrantes que llegan de África, Asia y Europa, pertenecen al mismo grupo islámico, ya que existe entre ellos una conciencia global de pertenecer a la Entidad que ellos llaman “La Emma Musulmana” o “Comunidad”.

Es un hombre Gaucho sonriendo con un sombrero

Por ejemplo, aquí en Los Estados Unidos, los árabes no están definidos específicamente por raza, así como un grupo minoritario, pero sí están unidos en su lenguaje y cultura. Tienen una expresión muy popular que dice: “Árabe real y Americano completo”.

LA CULTURA MORISCA EN AMÉRICA

 En el “Nuevo Mundo”, los moriscos formaron las culturas de los “gauchos”, en Argentina, y en Uruguayasimismo, los llamados “gaúchos”, en el sur de Brasil; los “sertaos”, en el noroeste de Brasil; los “huasos” o “vaqueros”, en Chile con danzas folclóricas tradicionales; los “llaneros”, en Colombia y Venezuela; el “chagra” ecuatoriano, el “sabanero” costarricense, el “Qorilazo’ y el “morochuco” peruano y los “charros”, mexicanos.

Es un collage de cuatro fotos de vaqueros de diferentes paises

Todas estas son personas del campo, conservando una afinidad entre el “vaquero” estadounidense, el “charro” mexicano, el “llanero” colombo-venezolano y el “huaso” chileno. Son las múltiples influencias de las costumbres, estilos y música, representando así el carácter nacional; por así decir, como el conocido y legendario poema argentino de “Martin Fierro”, luego, con el folclore argentino, representado en el “gaucho” tradicional, hasta el estilo “tapatío” mexicano.

Es una joven sonriente lista para comenzar a bailar el Jarabe tapatio con su vestido mexicano amarillo

Todo concuerda, desde el Norte como a Sudamérica, hombres dedicados generalmente a cuidar los ganados, con pistolas y cuchillos; vaqueros, jaripeos-rodeos, mate amargo, que no falte la guitarra criolla y los ponchos. Gente apegada a sus tierras, unida a sus caballos, con una filosofía que ha transcendido tanto las fronteras geográficas como las históricas.

 ¡Esto fue y es un legado morisco!

En las casas de América y en las Antillas, los artesanos y arquitectos “mudéjares” dejaron profundamente marcadas las huellas del arte hispano-musulmán en sus edificios.

Es imposible mencionar aquí todo el arte Mudejarismo de Las Américas, pero, si tú vives en Lima, Quito, La Habana, Querétaro, Veracruz o la Antigua Guatemala, podrás ver las construcciones pasadas que quedaron como pruebas físicas de la cultura Morisca.

Es el collage del arte morisco como un recuerdo de los musulmanes

Para culminar, existe otra prueba más, muy arraigada en nuestros hogares, la siguiente “frase” la cual ha quedado como “herencia”:

“¡Cuidado! Hay Moros en la Costa”

¿Verdad?

Es un collage de fotos antiguas de gauchos del sudamerica

Tomado del Manuscrito:
“¡Cuidado! Hay Moros en La Costa”©
Autor: Celsa Rocha

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