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¿Cómo?… ¿Qué yo hablo hasta por los codos?

October 30, 2017 — by Celsa Rocha0

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¿Cuándo? No. No. No.

¡Eso no es cierto! ¡Todos me lo dicen, pero no es así!

Son tres jirafas en una reunion solo se miran sus cuellos y sus cabezas
¿Ha estado en alguna reunión donde está presente una persona que habla “hasta por los codos y no sabes que hacer”?

 Por lo regular, sucede en reuniones donde se discuten varios temas como recoger información, generar ideas, tomar decisiones, acuerdos de alguna clase. Siempre suele asistir una persona a la junta, la cual toma la palabra por un tiempo, al estar hablando en la sala, comienza a salirse de la tangente y cambia de tema, luego dilata hablando de varios detalles irrelevantes. El resto del grupo está incomodo, pierden el hilo del tema y el moderador de la reunión se pone impaciente si éste no sabe poner un orden en la sala.

Hay personas que hablan descontroladamente sin pensar, están siempre opinando aunque no entiendan bien el tema, además que están aburriendo a quienes les escuchan, son agotadoras y a veces es difícil hacerles callar la boca. Les encanta escucharse ellos mismos y querer ser el centro de atención en las conversaciones, hablan “hasta por los codos”. Si escuchan a otra persona hablar de un tema, casi siempre ellos, tiene otra historia parecida o relacionada que relatar. La Biblia dice:

 

El que es inteligente mide sus palabras; el que es prudente mantiene la calma. Proverbios 17:27 Click To Tweet

 

“la actitud de la persona que habla “hasta por los codos”

Acostumbran ser indiscretos, hacen preguntas inoportunas e imprudentes. Hablan descontroladamente sin pensar e interrumpiendo el tema de la reunión. Aunque constantemente se arrepienten de sus comentarios inoportunos, pero vuelven hacer lo mismo en la siguiente reunión, repiten sus conversaciones. Son inconscientes de sus agotadoras palabrerías, no saben “cómo” parar, no conocen lo que se llama “límites verbales y respeto al prójimo”.

Esto se llama “incontinencia verbal”. La conducta de ellos viene de diferentes formas. Por ejemplo algunos creen que tienen poco tiempo para hablar y mucho que decir. Otros desarrollan un tipo de conducta al tratar de ocultar la timidez. Existen varias personas que no se refrenan de hablar a causa de sus propios nervios. Otros son solitarios y es largo el tiempo que pasan en la soledad, hasta que alguien llega y se desahogan. Cada quien tiene sus propios objetivos para estallar verbalmente, sin embargo, desafortunadamente, ellos mismos desconocen el motivo.

Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar. Ernest Hemingway

Es una silueta color naranja que esta hablando mucho
¿Conoces a alguien así?

SUGERENCIAS Y OBSERVACIONES

El poner límites a las palabras, podría figurar mucho sacrificio para muchas personas porque no son conscientes del problema.

El “hablar por los codos”, genera rechazo social, la gente se va cuando llega la persona que habla mucho. Se debe modificar esta deficiencia que molesta e incomoda a los demás.

 ¿Qué hacer, entonces?

Recuerda que debemos de otorgar a los demás el respeto debido.

De acuerdo al “protocolo”, es una orden creada para evitar problemas y resolver diferencias que surgen constantemente y estas nos permiten desarrollarnos en diferentes ambientes.

La Biblia nos dice:

Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obra”. Hebreos. 10:24.

CÓMO CONTROLAR LA INCONTINENCIA VERBAl

  • Permitir que otros hablen, sin volver a interrumpir con otra opinión propia. Mirar con atención a la persona que comunica el tema. Es esencial saber escuchar y cómo saber hablar.
  • Aprender la disciplina de fijar límites verbales. Ser prudente y sabio. Callar y aprender de otros. La persona inteligente habla un comentario oportuno, no fuera de tema, ni con tanto detalle; entiende que sus opiniones o punto de vista no necesariamente son interesantes.
  • Es importante hablar corto y directo al punto, <conciso y preciso>.
  • Busca asesoramiento profesional, para controlar la impulsividad en la comunicación con los demás.
  • Disfruta el silencio, es una gran herramienta para reflexionar y conocerse a uno mismo.
  • Por último, meditar en la regla de oro y las citas Bíblicas escritas al final de este libro. La Palabra de Dios cambia y transforma. ¡Pídele a Dios ayuda en oración!

No sabe hablar quien no sabe callar.
(Pitágoras de Samos)

¿Qué hacer ante personas que no escuchan y hablan demasiado?

Comparto unos “tips” que pueden ayudar al interlocutor a pensar la importancia de interactuar. Primero por tu parte, encuéntrale una buena cualidad y le regalas un elogio. Con esto vas a obtener la atención de el/ella. De esa manera entras al terreno del tema de la reunión que consideras importante. Por ende, alcanzas a reconducir utilizando vocablos como: “perdona que te interrumpa”…, “volviendo al asunto”…, “como mencionaba anteriormente”…, “para culminar”, etc.

¿Qué te parece a ti?, es posible que tu sepas algunas herramientas más efectivas o experiencias propias que me gustaría que compartas al final de este artículo. ¿Sí?

Es una foto de una joven diciendo con su dedo en la boca que guardemos silencio
El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias. Proverbios 21:23.

La Lengua Es Un Regalo De Dios

Y está puesta a nuestras órdenes, la palabras tienen poder creativo que al pronunciarlas llegan a crear aquello que nunca antes existió. La lengua es humanamente indomable de acuerdo a Santiago. Para domar la lengua se necesita la palabra y el temor de Dios en nuestros corazones. Sólo las Santas Escrituras pueden cambiar, transformar y domar nuestra lengua. Una de las claves es “considerar al prójimo superior a uno mismo”, porque somos el cuerpo de Jesucristo y templo del Espíritu Santo. Jesús dijo: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.

 

El que mucho habla, mucho yerra; el sabio aprende a callar. Proverbios 10:19 Click To Tweet

 

¿QUIERES DEDICAR LA LENGUA A CRISTO?

Acompáñame en esta oración:

Dios Eterno, vengo ante ti con un corazón humillado reconociendo que la “muerte y la vida están en el poder de la lengua”, asumo la responsabilidad de cualquier palabra ociosa o/y de maldición que yo he colocado en mi contra o en mi matrimonio, hijos, nietos, amigos, ministerio, casa, autos, propiedades, negocios y finanzas. Entiendo que por mis palabras seré justificado o seré condenado porque mi voz tiene huellas que suben al cielo y quedan grabadas en los archivos celestiales. PERDÓNAME, por la intervención de mi lengua actuando como un caballo sin freno, como una nave sin timón y también por todo lo que he declarado, decretado, contaminado e inflamado la rueda de la creación. Creo que este proceder es una imprudencia de mi parte y he pecado contra ti.

Limpia con tu sangre carmesí mi corazón, mi mente, pensamientos, imaginaciones y todas las áreas conscientes, así como acuerdos injustos, mala actitud o cualquier idea preconcebida que no está de acuerdo a tu perfecta voluntad.

Entiendo que no me pertenezco a mí mismo porque fui comprado a un precio de sangre y que mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo, mis miembros son instrumentos, justos rendidos al servicio de Dios.

En esta hora CONSAGRO mi lengua a ti en pensamiento, palabra y obra. A partir de este momento me rindo a tu amor, me aparto sólo para servirte y honrar la hermosura de tu presencia en cada miembro de mi cuerpo.

Hoy incorporo mi voluntad a la voluntad tuya y conecto mi mente a la mente de Cristo, traigo todo pensamiento cautivo en obediencia a Jesucristo. Ayúdame a estar consciente de los que me rodean cuando hablo. Pon guarda a mi boca. Ninguna palabra corrompida saldrá de mi boca, sino solo palabra buena, amable, prudente, sabia, que consuele y que de gracia a los oyentes. Desde hoy, mi boca será un instrumento que dejará huellas de amor para bendecir a Dios en todo tiempo y que su alabanza este de continuo en mi boca. Decido vivir en el espíritu y de ninguna manera satisfacer los deseos de la carne. Por la sangre y la palabra de mi testimonio puedo vencer en el nombre de Jesucristo, mi Señor. ¡Amén!

Son dos siluetas una de oro que dice el silencio es oro y la otra de plata y dice el hablar es plata
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente. Proverbios 10:19.

 

Cuando habla el oro calla la elocuencia. Erasmo de Rotterdam Click To Tweet

 

 Aprended a bien callar, para que sepáis bien hablar.
(Anónimo)

Tomado del Libro:
“Lengua en Salsa al Estilo Santiago©
Autor: Celsa Rocha

 

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